La disociación: Cuando la mente se desconecta de la
realidad
José Alejandro Paz
Paz
Introducción
La disociación es un concepto nuevo para mí, ya que no
había tenido la inquietud por saber el significado y lo que ello involucra
desde el punto de vista psicológico, no obstante, se vuelve un tema interesante
cuando se profundiza un poco más sobre él y lo que puede representar en nuestra
vida social, esto lo deja claro Rosario Linares en su artículo: La disociación: Cuando la mente se desconecta
de la realidad para protegernos, en el que he descubierto la trascendencia de
dicho proceso en respuesta a los múltiples sucesos que representan un peligro
para nuestra salud mental.
Por ello, puedo decir que el artículo, se presenta
sencillo en la estructura, redacción y términos para que cualquier persona
pueda acceder a dicha información y de esa manera comprender lo que para
algunos puede resultar algo complejo y tedioso de entender y sobre todo identificar
y empatizar con las personas que han pasado por dicho proceso.
Por consiguiente, la autora cumple con la función de
compartir información novedosa, de interés social y de actualidad, para que
conozcamos los mecanismos tan interesantes que se desarrollan en nuestro
esquema biológico y en ocasiones muy pocos se preocupan por dicha situación y
no se dan cuenta que posiblemente ahí se encuentra la génesis de muchas problemáticas
sociales que se presentan hoy día, es por ello, me atrevo a recomendar la
lectura de éste artículo, con la finalidad de tener más elementos y
herramientas para comprendernos como seres humanos y saber que las explicaciones sobre hechos o
sucesos no solo se encuentran en la objetividad sino en la subjetividad de los
individuos.
Desarrollo
Derivado de ello en la primera parte la autora sitúa al
lector en un contexto donde se aplica dicho termino, para después definirlo y
situarlo en las implicaciones que tiene en la vida desde la perspectiva
psicológica y a la vez bilógica, permitiendo al lector darse cuenta de la
conexión entre procesos psicológicos y el desarrollo humano como tal,
porque enfatiza en las repercusiones que
los traumas ocasionan en el bienestar psíquico y físico de una persona, pues
las emociones se vuelven el punto de equilibrio entre la razón y el corazón
como diría Blaise Pascal y todo ello se expresa en la conducta, que tiende a
modificarse por eventos como los que ocasionan la activación del mecanismo de
disociación. Y es que nuestro cuerpo es tan perfecto que le permita estar
preparado para afrontar diversas situaciones que lo ponen en vulnerabilidad.
Para identificar dichos aspectos la autora, integra
síntomas y consecuencias que hacen
alusión a la activación de la disociación ante situaciones traumáticas, para
identificar algunas características que presentan las personas que han pasado o
sufren dicho transe, con lo cual podemos discernir cuan puede resultar afectada
una persona por no dar el seguimiento o tratamiento que requiere en el momento,
para que dicho trauma no tenga repercusiones en su vida presente y futura, ya
que por los lazos que se establecen a partir de esto con el psicoanálisis, se
puede saber que las consecuencias se expresan en dimensiones altas, por
ejemplo, se podrían revisar historias de vida de personas consideradas
altamente peligrosas o aquellas que han recurrido al suicidio, las drogas o los
llamados inadaptados sociales, cuya vida ha sido marcada por un hecho
traumático al cual no se le dio seguimiento para lograr fortalecer el proceso
disociativo y lamentablemente quedaron atrapadas ahí.
Dichos elementos me hicieron reflexionar sobre los múltiples
malestares que se presentan en nuestra sociedades, lo cual podría situarse en
este punto, que muy pocos como yo antes de leer el artículo desconocía, pero
con la información puedo indagar, cuestionar y concientizar sobre lo que se
ocasiona con dichos eventos tan lamentables que se viven día a día, donde quizá
muchas personas incluidos nosotros con la paranoia estamos activando dicho
mecanismo, y por ello nos volvemos seres alejados de la realidad, en ocasiones
apáticos a las problemáticas, insensibles y faltos de empatía por nuestros
semejantes, con el único fin de resguardarnos y dejar lo que pasa con el
instinto animal según la autora – quedarse inmóvil para no ser atacada por el
depredador- , y esto sí que es muy peligroso para la especie humanidad.
conclusión
Como conclusión me queda claro que dentro de los
mecanismos de defensa psicológica, poseemos un amplio repertorio, no obstante
el cuerpo realiza sus funciones como son preestablecidas biológicamente, no
obstante, falta poner más atención a esa dimensión que integra nuestra
constitución como sujetos y que muchos abandonamos, porque pesamos que sólo
somos cuerpo y eso no es verdad, de acuerdo a la autora, esto es sólo una
pincelada de lo que tenemos pero el resto lo ponemos con un conocimiento
profundo sobre nosotros como humanos, ya lo decía Sócrates en su célebre frase
“conócete a ti mismo” y es cierto porque en la medida de conocernos sabemos
cómo funcionamos y a la vez como poder vivir de la mejor manera tanto en lo personal
como de forma colectiva, porque en esta era hay cada vez más átomos vivientes,
es importante que vivamos con los pies firmes sobre nuestra realidad, para
cambiarla y no inversa como se ha hecho hasta este momento refugiados en que la
realidad nos cambie, al respecto con la autora muy de acuerdo que poseamos
mecanismos que nos desconecten de la realidad, pero no quedarnos así el resto
de nuestras vidas.
Referencias
Linares, Rosario. (2018). Consultado FECHA, Recuperado
en: https://www.elpradopsicologos.es/blog/disociacion-sintomas-disociativos/
Angel, M. B. (2012). Disociación como defensa al
trauma: Caso Clinico de fuga disociativa. Cúpula, 68. Consultado: 9 de
enero de 2019. Recuperado en: http://www.binasss.sa.cr/bibliotecas/bhp/cupula/v26n2/v26n2.pdf#page=9