martes, 19 de febrero de 2019

La disociación: Cuando la mente se desconecta de la realidad
José Alejandro Paz Paz
Introducción
La disociación es un concepto nuevo para mí, ya que no había tenido la inquietud por saber el significado y lo que ello involucra desde el punto de vista psicológico, no obstante, se vuelve un tema interesante cuando se profundiza un poco más sobre él y lo que puede representar en nuestra vida social, esto lo deja claro Rosario Linares en su artículo:  La disociación: Cuando la mente se desconecta de la realidad para protegernos, en el que he descubierto la trascendencia de dicho proceso en respuesta a los múltiples sucesos que representan un peligro para nuestra salud mental.
Por ello, puedo decir que el artículo, se presenta sencillo en la estructura, redacción y términos para que cualquier persona pueda acceder a dicha información y de esa manera comprender lo que para algunos puede resultar algo complejo y tedioso de entender y sobre todo identificar y empatizar con las personas que han pasado por dicho proceso.
Por consiguiente, la autora cumple con la función de compartir información novedosa, de interés social y de actualidad, para que conozcamos los mecanismos tan interesantes que se desarrollan en nuestro esquema biológico y en ocasiones muy pocos se preocupan por dicha situación y no se dan cuenta que posiblemente ahí se encuentra la génesis de muchas problemáticas sociales que se presentan hoy día, es por ello, me atrevo a recomendar la lectura de éste artículo, con la finalidad de tener más elementos y herramientas para comprendernos como seres humanos  y saber que las explicaciones sobre hechos o sucesos no solo se encuentran en la objetividad sino en la subjetividad de los individuos.
Desarrollo
Derivado de ello en la primera parte la autora sitúa al lector en un contexto donde se aplica dicho termino, para después definirlo y situarlo en las implicaciones que tiene en la vida desde la perspectiva psicológica y a la vez bilógica, permitiendo al lector darse cuenta de la conexión entre procesos psicológicos y el desarrollo humano como tal, porque  enfatiza en las repercusiones que los traumas ocasionan en el bienestar psíquico y físico de una persona, pues las emociones se vuelven el punto de equilibrio entre la razón y el corazón como diría Blaise Pascal y todo ello se expresa en la conducta, que tiende a modificarse por eventos como los que ocasionan la activación del mecanismo de disociación. Y es que nuestro cuerpo es tan perfecto que le permita estar preparado para afrontar diversas situaciones que lo ponen en vulnerabilidad.

Para identificar dichos aspectos la autora, integra síntomas y  consecuencias que hacen alusión a la activación de la disociación ante situaciones traumáticas, para identificar algunas características que presentan las personas que han pasado o sufren dicho transe, con lo cual podemos discernir cuan puede resultar afectada una persona por no dar el seguimiento o tratamiento que requiere en el momento, para que dicho trauma no tenga repercusiones en su vida presente y futura, ya que por los lazos que se establecen a partir de esto con el psicoanálisis, se puede saber que las consecuencias se expresan en dimensiones altas, por ejemplo, se podrían revisar historias de vida de personas consideradas altamente peligrosas o aquellas que han recurrido al suicidio, las drogas o los llamados inadaptados sociales, cuya vida ha sido marcada por un hecho traumático al cual no se le dio seguimiento para lograr fortalecer el proceso disociativo y lamentablemente quedaron atrapadas ahí.
Dichos elementos me hicieron reflexionar sobre los múltiples malestares que se presentan en nuestra sociedades, lo cual podría situarse en este punto, que muy pocos como yo antes de leer el artículo desconocía, pero con la información puedo indagar, cuestionar y concientizar sobre lo que se ocasiona con dichos eventos tan lamentables que se viven día a día, donde quizá muchas personas incluidos nosotros con la paranoia estamos activando dicho mecanismo, y por ello nos volvemos seres alejados de la realidad, en ocasiones apáticos a las problemáticas, insensibles y faltos de empatía por nuestros semejantes, con el único fin de resguardarnos y dejar lo que pasa con el instinto animal según la autora – quedarse inmóvil para no ser atacada por el depredador- , y esto sí que es muy peligroso para la especie humanidad.
conclusión
Como conclusión me queda claro que dentro de los mecanismos de defensa psicológica, poseemos un amplio repertorio, no obstante el cuerpo realiza sus funciones como son preestablecidas biológicamente, no obstante, falta poner más atención a esa dimensión que integra nuestra constitución como sujetos y que muchos abandonamos, porque pesamos que sólo somos cuerpo y eso no es verdad, de acuerdo a la autora, esto es sólo una pincelada de lo que tenemos pero el resto lo ponemos con un conocimiento profundo sobre nosotros como humanos, ya lo decía Sócrates en su célebre frase “conócete a ti mismo” y es cierto porque en la medida de conocernos sabemos cómo funcionamos y a la vez como poder vivir de la mejor manera tanto en lo personal como de forma colectiva, porque en esta era hay cada vez más átomos vivientes, es importante que vivamos con los pies firmes sobre nuestra realidad, para cambiarla y no inversa como se ha hecho hasta este momento refugiados en que la realidad nos cambie, al respecto con la autora muy de acuerdo que poseamos mecanismos que nos desconecten de la realidad, pero no quedarnos así el resto de nuestras vidas.

Referencias

Linares, Rosario. (2018). Consultado FECHA, Recuperado en: https://www.elpradopsicologos.es/blog/disociacion-sintomas-disociativos/

 

Angel, M. B. (2012). Disociación como defensa al trauma: Caso Clinico de fuga disociativa. Cúpula, 68. Consultado: 9 de enero de 2019. Recuperado en: http://www.binasss.sa.cr/bibliotecas/bhp/cupula/v26n2/v26n2.pdf#page=9


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